El Sexto Informe Estado de la Región (2021) plantea panorama complejo y señala que los países de Centroamérica y República Dominicana enfrentan la peor crisis de las últimas tres décadas debido a la convergencia de rezagos históricos y tendencias desfavorables en áreas clave de su desarrollo humano sostenible y la democracia durante los últimos años que se vieron agudizadas por la pandemia.
Pese a ese sombrío panorama, la portada del Informe llama a no perder la esperanza. Insta a aprender del pasado. Hace 40 años la región se encontraba en una situación desesperada y en su horizonte solo parecía haber muerte y destrucción. En ese momento líderes de muy diversa naturaleza rescataron al Istmo.
Hoy a las generaciones actuales les toca, en otras circunstancias, una tarea similar.
Pese a la grave situación y a la amenaza de nuevas tormentas que se vislumbra en el horizonte, somos herederos de un valioso patrimonio.
Las manos tejiendo evidencian que la historia no está escrita y que tenemos hoy como en el pasado márgenes de maniobra para impulsar iniciativas concretas a favor del desarrollo humano y la democracia en la región. La realidad nos entreteje e influencia recíprocamente.
No son cualquier par de manos: una lleva grabada la declaración de la independencia, una alusión explícita al año 2021 del Bicentenario; la otra, un mapa antiguo del istmo, que nos recuerda nuestro origen común.
¿Porqué se plantea que la región cuenta con márgenes de maniobra? Contrario a hace 40 años, la región no está hoy en guerra y cuenta con capacidad productiva y fuertes vínculos económicos con los mercados internacionales. A pesar de los graves efectos de la pandemia, el comercio, el turismo y los servicios tienen capacidades y con adecuados incentivos podrían impulsar la reactivación económica y la generación de empleo. La región es hoy también más educada y cuenta con flujos crecientes de población en edad productiva.
La región cuenta además con activos regionales de gran valor. Las montañas y los mares reflejan el rico y diverso patrimonio cultural y natural. Los puertos y
aeropuertos, carreteras y el Canal de Panamá conforman corredores logísticos para potenciar el comercio y otras actividades productivas.
Las sociedades deben revaluar y articular los activos regionales y las fortalezas que tiene para, en una de las coyunturas más complejas de su historia contemporánea superar la crisis e impulsar el crecimiento económico, el desarrollo y el fortalecimiento de la democracia.
La responsabilidad de los líderes sociales, económicos y políticos es indelegable y determinante para evitar convertir esa aspiración en frustración y que ello perpetúe la existencia de perdedores y ganadores netos de los beneficios y oportunidades