miércoles 1 agosto, 2018

Artículo

Si ya tiene una buena idea de negocio…. ¿quién le apoya con el capital para arrancar?

Costa Rica, un país carente de materias primas estratégicas, con una limitada dotación territorial y cuya principal riqueza, la biodiversidad solo puede ser utilizada con la condición de no destruirla. Esa situación le confiere mayor relevancia a la necesidad de estimular los emprendimientos innovadores con el fin de incrementar la productividad de su economía y mejorar la calidad de vida de su población. Pese a la importancia del tema, varios estudios han señalado que uno de los factores clave que limitan el emprendimiento y la innovación es la carencia de un sistema financiero que apoye la gestión de emprender y la de innovar, ya que la mayoría de los productos que ofrece el mercado financiero tradicional se dirige a pymes consolidadas, dejando un vacío en la oferta de programas de capital dirigidos al apoyo de emprendimientos en fases iniciales (Micitt, 2007; Lebendiker et al., 2013; PEN, 2014).

Para analizar cómo ha evolucionado esta situación, la plataforma HIPATIA creada por el Programa Estado de la Nación, desde el 2017 conduce una consulta en la que a la fecha han participado 35 organizaciones del sistema financiero e inversionistas a nivel nacional (Fig. 1A). Los resultados se encuentran a disposición pública en la aplicación interactiva “Capital para emprendimiento e innovación” disponible en la dirección: www.eccti.or.cr.

La aplicación muestra a los emprendedores del área tecnológica las distintas opciones de oferta de financiamiento y capital para el desarrollo de sus ideas de negocios, disponibles en las diferentes regiones del país. Entre las organizaciones participantes están: cooperativas, organizaciones bancarias, asociaciones, incubadoras y aceleradoras, instituciones gubernamentales, y club de ángeles inversores.

¿Qué le permite hacer la nueva aplicación?

Si ya tiene una buena idea de negocio o busca hacer crecer su PYME, en la aplicación podrá localizar en cualquier parte del país, a las organizaciones que ofrecen capital o recursos financieros, el tipo de producto que ofrecen, las condiciones generales bajo las cuales los otorgan así como la información para contactarles. Ya sea que usted busque desarrollar el prototipo que ya fue validado e ideado en el plan de negocios y requiera de capital semilla para arrancar, o ya sea que se encuentre en una fase posterior, cuente con una startup -o empresa emergente- y necesita “capital de riesgo” para escalarla y llegar a nuevos mercados, la herramienta le mostrará las organizaciones que podrían apoyarle. Adicionalmente, si no cuenta con bienes inmuebles para ofrecer como garantía, ni tiempo de permanencia en el mercado, podrá identificar quién y dónde podría apoyarle con condiciones de umbrales de entrada más favorables.

A pesar de ser un asunto urgente para aumentar la productividad del país, solo el 54% de las organizaciones consultadas afirma que financia actividades de innovación de contenido tecnológico. De acuerdo con lo anterior, 546 sucursales de organizaciones públicas y privadas distribuidas por las siete provincias apoyarían a PYMES que deseen innovar siempre y cuando la persona física o jurídica que solicita financiamiento cumpla con los requerimientos para acceder a un crédito (Fig. 1B).

 

La aplicación de la ley de garantías mobiliarias se ve afectada por un desarrollo incipiente del mercado secundario

La mayoría de los productos que ofrecen estas organizaciones solicitan garantías de tipo fiduciarias e hipotecarias para respaldar un financiamiento. Sin embargo, muchos emprendedores de innovación tecnológica son personas jóvenes quienes no disponen de bienes inmobiliarios y otras garantías que típicamente solicita la banca tradicional y en ocasiones solo cuentan con la potencialidad de su emprendimiento. Para este nicho, cobra particular relevancia la aprobación de la Ley de Garantías Mobiliarias N°9246 y su Reglamento, entre las que figura la propiedad intelectual (PI), que incluye las patentes y otras formas de proteger el conocimiento. A pesar de la tendencia internacional de valorar de manera creciente los activos de PI sobre activos clásicos (como maquinaria o bienes inmuebles), persisten limitaciones por parte del sistema financiero como son la escasez de peritos evaluadores de PI que reconozcan el valor económico y comercial de las patentes así como el limitado desarrollo del mercado secundario[1] en el país. Esto constituye un cuello de botella del sistema financiero nacional para impulsar la innovación tecnológica al afectar las posibilidades reales de acceso al capital a emprendimientos de alto valor agregado, y restringe las opciones de desarrollo del país apoyado en una economía basada en el conocimiento.

La aplicación Capital para emprendimiento e innovación da cuenta de este desafío al identificar que la PI solo podría ser reconocida por un 5% de las organizaciones consultadas, concretamente: Financiera Desyfin e Ícaro.

La aplicación de la ley de garantías mobiliarias se ve afectada por un desarrollo incipiente del mercado secundario

La mayoría de los productos que ofrecen estas organizaciones solicitan garantías de tipo fiduciarias e hipotecarias para respaldar un financiamiento. Sin embargo, muchos emprendedores de innovación tecnológica son personas jóvenes quienes no disponen de bienes inmobiliarios y otras garantías que típicamente solicita la banca tradicional y en ocasiones solo cuentan con la potencialidad de su emprendimiento. Para este nicho, cobra particular relevancia la aprobación de la Ley de Garantías Mobiliarias N°9246 y su Reglamento, entre las que figura la propiedad intelectual (PI), que incluye las patentes y otras formas de proteger el conocimiento. A pesar de la tendencia internacional de valorar de manera creciente los activos de PI sobre activos clásicos (como maquinaria o bienes inmuebles), persisten limitaciones por parte del sistema financiero como son la escasez de peritos evaluadores de PI que reconozcan el valor económico y comercial de las patentes así como el limitado desarrollo del mercado secundario[1] en el país. Esto constituye un cuello de botella del sistema financiero nacional para impulsar la innovación tecnológica al afectar las posibilidades reales de acceso al capital a emprendimientos de alto valor agregado, y restringe las opciones de desarrollo del país apoyado en una economía basada en el conocimiento.

La aplicación Capital para emprendimiento e innovación da cuenta de este desafío al identificar que la PI solo podría ser reconocida por un 5% de las organizaciones consultadas, concretamente: Financiera Desyfin e Ícaro.

Inversión del sector privado aumenta de manera paulatina

Si bien en lo concerniente al riesgo implícito en la innovación tecnológica, los procesos financieros del sector bancario nacional se consideran conservadores, de manera paulatina han aparecido nuevos actores provenientes del sector privado abocados a la inversión. Estas nuevas opciones se han sumado a los instrumentos públicos, que aunque con montos limitados, han estado vigentes con anterioridad, como es el caso del fondo Propyme. Dicho fondo apoya proyectos de innovación y de desarrollo tecnológico en Pymes debidamente inscritas ante el Meic y que se encuentren al día en el pago de las cargas sociales.

Aunque no se trata de un censo de la totalidad del sistema financiero, el estudio identifica aquellos actores que financian actividades de innovación de contenido tecnológico y asignan recursos financieros en las distintas etapas del ciclo de vida de un emprendimiento. Así por ejemplo, al enfocarnos en el capital semilla dirigido a proyectos relacionados con tecnología que se encuentran en sus etapas iniciales, figuran seis organizaciones que evidencian el creciente aporte del sector privado de inversión: Carao Ventures, ParqueTec, la Agencia Universitaria para la gestión del emprendimiento (AUGE), Asopro San Ramón RL, Inversiones y Capitales Rotativos Ícaro (Ícaro) y el Ministerio de Trabajo a través de la Dirección de Economía Social Solidaria-Pronamype. Todas ellas ubicadas dentro de la GAM, con la excepción de Asopro San Ramón RL (Fig. 1C).

El “capital de riesgo” (o “capital emprendedor) es requerido por un emprendedor en una etapa de desarrollo posterior que procura escalar o incluso internacionalizar un negocio en crecimiento. Se dirige a startupsy pequeñas y medianas empresas pues las grandes ya están consolidadas y tienen acceso a los bancos o a financiamiento por medio de emisiones de deuda pública. Este producto, que canaliza montos superiores al capital semilla, está disponible en seis de las 35 organizaciones consultadas, entre las cuales se reflejar también el aporte del sector privado de inversión: la Bolsa Nacional de Valores mediante la iniciativa “MAPA”, Caricaco, GN PLUS, Invermaster Costa Rica S.A., Ícaro y Mesoamérica (Fig. 1C).

¿Quién le podría apoyar con el capital para arrancar bajo condiciones más favorables?

Adicionalmente, la aplicación identifica cinco organizaciones que ofrecen capital semilla o capital de riesgo bajo condiciones de umbrales de entrada más favorables, como serían las siguientes: no se exige permanencia en el mercado y no solicita garantías del todo o se piden garantías menos exigentes como inventario, activos circulantes, cuentas por cobrar y PI. Estas son: AUGE, Parque Tec, Carao Ventures, Caricaco e Ícaro (Fig. 1D).

Si bien se identifica el surgimiento de nuevos actores que podrían apoyar la innovación tecnológica, su número, así como las condiciones de acceso a estos fondos aún representan un reto para catalizar este tipo de emprendimientos de alto valor agregado.

Santos Pasamontes María y Durán Monge Esteban

Autor:

Santos Pasamontes María y Durán Monge Esteban

Skip to content