martes 7 marzo, 2023

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Mujeres en desventaja: urge reducir las brechas en el mundo del trabajo

Las mujeres tienen menos oportunidades de participar en el mercado laboral costarricense en comparación con los hombres, lo cual se refleja en amplias brechas de género, que se agravan en contextos de crisis económicas, como la reciente. Ellas enfrentan una triple barrera laboral:

  • Poder insertarse en un trabajo remunerado: pues para tomar esta decisión, muchas mujeres deben equilibrar el tiempo dedicado a ese empleo, con el cuido y las labores domésticas culturalmente asignadas por la sociedad.
  • Encontrar un empleo: si las mujeres deciden salir a trabajar, les cuesta más obtener un puesto de calidad (que se refleja en más desempleo, subempleo, informalidad laboral, segregación ocupacional, etc.).
  • Igualdad de ingresos: que reciban la misma remuneración que los hombres por el mismo trabajo.

A pesar de los avances de la primera década del siglo XXI, la tasa de participación laboral femenina permanece muy por debajo de la masculina (gráfico 1). Los factores que aportaron a la inserción laboral de las mujeres hoy son insuficientes. Con la pandemia, la situación se complicó aún más y en promedio solamente cuatro de cada diez mujeres en edad de trabajar efectivamente buscan o tienen empleo; mientras que en los hombres participan siete de cada diez.

Gráfico sobre la tasa neta de participación laboral

Durante el 2020 el empleo femenino cayó muy fuerte, es hasta el segundo semestre del año 2021 cuando empieza a crecer más aceleradamente. Con la caída del empleo, el ingreso promedio de las mujeres que se mantuvieron ocupadas fue mayor al que se registró en el 2019. Una vez que se empieza a recuperar del empleo femenino, en el 2021, disminuye el ingreso promedio, incluso en los trabajos con mejores condiciones laborales.

La explicación de este peculiar comportamiento es que la pandemia expulsó del mercado laboral a muchas mujeres con bajas remuneraciones, que trabajaban como servidoras domésticas, en turismo o en comercio, por ejemplo. Ante la salida de este segmento laboral, el ingreso promedio de las que estaban ocupadas era mayor. Esto es un efecto estadístico que no significa que las mujeres que sí conservaron sus empleos ganaran más. Los datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC de los segundos trimestres muestran que: las ocupadas con educación universitaria representaban el 35% en el 2019; un año después aumentaron a un 42% y, en el 2021, aunque se habían reducido a un 39%, aún permanecía por encima de la prepandemia.

La trayectoria de recuperación del empleo agravó las diferencias salariales entre hombres y mujeres. Un estudio publicado en el Informe Estado de la Nación 2021 mostraba que en el período 2001-2019 las mujeres ganaban en promedio 9,7% menos que los hombres, desempeñando ambos trabajos similares (PEN, 2021).  Para el año 2021 se identificó que en el grupo de personas con menores ingresos (quintil I) las mujeres ganan 20% menos que los hombres, mientras que en el grupo de personas de mayores ingresos (quintil V) las diferencias salariales no resultaron significativas (Meneses, et al., 2022).

Desempleo se ensancha en las mujeres

El desempleo femenino llegó a niveles históricamente altos en el contexto de la pandemia (gráfico 2). Es hasta el año 2022 cuando empieza a recuperar los niveles previos, que ya de por sí eran elevados (+15%). Si se compara con los hombres, las mujeres experimentan tasas que son casi el doble, situación que se agrava para las jóvenes.

Gráfico sobre la tasa de desempleo abierto por sexo 2019-2022

Para el 2021 la probabilidad que tenía una mujer de conseguir empleo se estimó en un 37%, versus un 63% del hombre, lo que explica por qué ellas representan más de la mitad de las personas desempleadas. La proporción que lleva más de un año buscando trabajo aumentó de un 17% a un 30% entre los cuartos trimestres del 2019 y 2021. En los hombres pasó de un 7% a un 13% en el mismo período. Estar mucho tiempo sin trabajo complica emplearse, hace que las personas pierdan experiencia y habilidades en su desempeño y les cuesta más adaptarse a nuevos empleos, situación que empeora si la mujer tiene hijos.

Asimismo, la mayoría de las personas fuera de la fuerza de trabajo son mujeres. El 45% de ellas no pueden trabajar remuneradamente, o al menos buscar activamente un empleo, debido a sus responsabilidades familiares. En los hombres esta razón representa apenas un 3%. Mientras no se logre consolidar una oferta universal de la Red de Cuido, que incentive la autonomía económica de las mujeres, la desigual distribución del trabajo doméstico no remunerado seguirá siendo una limitante para mayores aumentos de la inserción en el mercado de trabajo, especialmente en el grupo de mujeres de baja remuneración y con pocas redes de apoyo familiar y social alrededor.

Otras medidas específicas para mejorar el acceso y la calidad del empleo de las mujeres, que les permita autonomía económica, son: más inversión en educación y formación profesional, ojalá para promover más mujeres en las áreas de ciencia y tecnología (STEM); la generación de incentivos, acceso al crédito y capacitaciones para que ellas potencien sus posibilidades de desarrollo y emprendedurismo; en la era digital y del trabajo remoto se requiere mayor acceso a tecnologías e internet (TIC’s); promover políticas de reclutamiento y ascensos que eviten los sesgos de género y la promoción de la corresponsabilidad social del trabajo y el hogar, para una justa distribución del tiempo entre mujeres y hombres.

 

Referencias bibliográficas

Meneses, K., Galárraga, J., Morales, N., Segura, R. 2021. Brecha salarial entre mujeres y hombres en Costa Rica en el periodo 2001-2019. Ponencia preparada para el Informe Estado de la Nación 2021. San José: PEN-Conare.

Meneses, K., Morales, N., Segura, R. 2022. Recuperación del empleo en Costa Rica. Ponencia preparada para el Informe Estado de la Nación 2022. San José: PEN-Conare.

PEN. 2021. Informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible. Programa Estado de la Nación. San José: PEN-Conare.

PEN. 2022. Informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible. Programa Estado de la Nación. San José: PEN-Conare.

Morales Aguilar Natalia

Autor:

Morales Aguilar Natalia

Lectura crítica

Brenes Solano Vera, Jiménez Fontana Pamela y Guzmán Benavides Marisol

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