Este año la portada del Informe Estado de la Nación no busca, como en ediciones anteriores, ilustrar una situación, una idea, o llamar a la acción frente a un estado de cosas. Tiene un carácter distinto, más abstracto si se quiere.
Su motivación es una pregunta que hicimos a nuestro diseñador gráfico, encargado de plantear las opciones de portada a los distintos informes del programa: ¿cuál es la realidad real que vivimos en Costa Rica?
Esta interrogante puede sonar muy elevada, pero apunta a una situación muy práctica que, creo, hoy en día experimentamos casi todas las personas en Costa Rica. Resulta que, entre otras cosas, el país crece y la pobreza baja, pero hay menos trabajo y más violencia homicida; las exportaciones siguen creciendo, pero hay una guerra comercial en marcha que mucho nos puede perjudicar; vivimos en una democracia, pero hay cada vez miedo a expresar nuestros puntos de vista. Entonces, a la hora de evaluar lo que está pasando: ¿pesan más las buenas o las malas noticias?
Contestar esta pregunta es instintivamente fácil. Si soy del bando de los optimistas, veré el vaso medio lleno y si estoy en la otra acera, medio vacío. Sin embargo, el punto de la portada es que esta manera de proceder es equivocada.
Antes de asignar pesos a las cosas, quizá convenga formularnos una interrogante previa: ¿Es que debemos escoger uno sobre otro, o más bien reconocer que la realidad es a veces más complicada y difícil de encasillar?
Esta última opción implicaría aceptar que una realidad suele incluir fragmentos contradictorios, cada uno cierto por aparte, pero a veces en conflicto entre sí. Y que una reacción muy normal ante una situación como ésta es dejar de lado lo que no calza con nuestros prejuicios.
Esta reacción es un error que nos puede llevar a tomar decisiones equivocadas. Por eso, debemos ser muy cuidadosos a la hora de elaborar nuestras interpretaciones sobre lo que está pasando, ver los árboles y el bosque al mismo tiempo, sin trucos para simplificar las cosas.
El concepto visual propuesto para la portada del Informe Estado de la Nación 2025 procura provocar precisamente esa reflexión sobre la situación actual de Costa Rica: ¿cómo percibimos e interpretamos las realidades complejas por las que atraviesa nuestro país?
A partir de aquí cito a Erick Valdelomar, nuestro diseñador gráfico.
La portada emplea la obra “Rotating Snakes” del psicólogo japonés Akiyoshi Kitaoka. Se trata de un célebre experimento de ilusión óptica que, mediante la manipulación del color, el contraste y la forma, genera un movimiento ilusorio en círculos concéntricos cuando se observa con visión periférica.
Esta portada dialoga de múltiples maneras con la pregunta que planteamos al inicio.
Primero, la imagen tiene una estructura concéntrica: los círculos repetitivos remiten a la idea de que toda realidad está compuesta por capas y sistemas interconectados. Ningún fenómeno es aislado; cada capa aporta profundidad, contexto y sentido.
Segundo, la imagen resalta la importancia de la visión periférica. La ilusión óptica del movimiento solo se activa cuando no miramos directamente, sugiriendo que la realidad no es una sola ni absoluta, sino que depende del punto de vista, del ángulo de observación y de las condiciones de mirada.
Tercero, la sensación de rotación constante interpela la noción de avance: ¿nos movemos realmente como país? ¿Progresamos o solo giramos sobre nosotros mismos? ¿Qué tanto de nuestro desarrollo es sustantivo y qué tanto es ilusión?
Todo esto procura estimular la percepción y análisis. El efecto visual se produce gracias a los movimientos oculares sacádicos —involuntarios y rápidos—, lo que metafóricamente plantea que la percepción inmediata puede ser engañosa y que la comprensión exige detenerse, observar y analizar.
En conjunto, esta portada no busca describir, sino despertar. Su intención es tensionar la mirada, invitar a la reflexión crítica y cuestionar nuestras certezas sobre la realidad nacional desde una aproximación disruptiva, intelectual y provocadora.