Diversas ediciones del Informe Estado de la Educación han subrayado la importancia que tiene invertir en un área tan crucial para el desarrollo humano del país como lo es la educación. De hecho, se ha enfatizado que la caída experimentada en los últimos años, tanto en el porcentaje del PIB destinado a educación como en la inversión por estudiante, conlleva un retroceso considerable que compromete significativamente la capacidad para sostener los avances logrados en los últimos años y la formación de personas que potencien el crecimiento económico del país (PEN, 2023).
Este desafío resulta especialmente relevante en un país donde el mayor activo son sus habitantes, y más del 90% de la población estudiantil asiste al sistema educativo público. Una inversión sostenida a lo largo de los años es clave para obtener resultados significativos en el cierre de brechas de acceso. Como se observa en los gráficos 1.a y 1.b, las brechas de asistencia han disminuido de manera significativa en los últimos 25 años. Se destaca un aumento de más de 40 puntos porcentuales en la asistencia a la educación regular, especialmente entre la población de 5 a 6 años y de 13 a 17 años de hogares con climas educativos bajos. Es decir, en hogares donde los miembros de las familias tienen en promedio primaria completa o menos.
Gráficos 1
Porcentaje de asistencia a la educación regular según grupo de edad
a) 5 a 6 años | b) 13 a 17 años |
Fuente: Elaboración propia con datos de la EHPM, 1996-2009 y la Enaho, 2010-2013 del INEC.
Estos avances fueron posibles gracias a importantes inversiones del Estado costarricense en la expansión de servicios educativos, equipamiento y la contratación de docentes. En el caso de secundaria en particular destacan el papel de las transferencias sociales, es decir, el porcentaje de la población estudiantil que accede a becas u otros incentivos para estudiar como transporte y comedores escolares (Trejos, 2023), que resulta determinante para garantizar la permanencia y el éxito escolar de los sectores más vulnerables como los hogares de climas educativos bajos.
En 2023, más de la mitad de las personas asistentes al sistema educativo que provienen de esos hogares con climas educativos bajos estaban en condición de pobreza (gráfico 2). Este dato refleja la profunda vulnerabilidad socioeconómica que afecta a este grupo.
Gráfico 2
Población en hogares con climas educativos bajos que asiste al sistema educativo según condición de pobreza, julio 2023
Fuente: Elaboración propia con datos de la Enaho, 2023 del INEC.
Apoyar a las familias es clave para evitar retrocesos significativos
Avanzar hacia la universalización de la educación en estos grupos requiere abordar los obstáculos señalados por las familias. En el caso de los niños de 5 a 6 años, el 80% de los hogares indica que la razón principal de no asistir al sistema escolar es la falta de edad adecuada, mientras que un 20% menciona dificultades para acceder al sistema. Este tema debe ser visto con atención principalmente con la población que se atiende en el Interactivo II (niños y niñas de 4 a 5 años) cuya tasa bruta de escolaridad pasó de 91,5% en 2021 a 86,4% en 2023, es decir, hubo un retroceso de 5 puntos porcentuales en este indicador[1].
En el grupo de 13 a 17 años las razones son más diversas. Los principales motivos en hogares con climas educativos bajos incluyen la falta de interés en el aprendizaje formal, no poder pagar los estudios, la preferencia por el trabajo, problemas para acceder al sistema educativo y el cuido de menores, personas adultas mayores u otra persona (gráfico 3).
Gráfico 3
Población de 13 a 17 años en hogares con climas educativos bajos que no asisten a la educación formal según motivo, julio 2023
Fuente: Elaboración propia con datos de Enaho, 2023 del INEC.
¿Por qué es importante atender esta problemática? Primero, diversos estudios, tanto nacionales como internacionales, asocian el rendimiento de las personas estudiantes en pruebas como ERCE de la Unesco a la asistencia en preescolar, por ejemplo, véase Meneses et al (2023).
Segundo, a pesar de que las brechas de asistencia entre hogares con altos y bajos niveles educativos se han reducido, aún persisten desigualdades. En Costa Rica, cerca del 71,5% de las personas entre 18 y 22 años concluye la secundaria, un porcentaje insuficiente. Aún más si se considera que del porcentaje restante que no tiene la secundaria completa el 13,5% está asistiendo la educación y el 15% se encuentra fuera del sistema educativo en un contexto nacional altamente desigual donde las personas con menor educación tienen menores posibilidades de empleos de calidad, de ingresos y de elegir libremente la vida que consideran valiosa.
Los datos expuestos dejan claro que la inversión en educación no es solo una cuestión de recursos, sino una apuesta estratégica por el futuro del país. Los avances logrados en las últimas décadas demuestran que un compromiso sostenido con el sistema educativo puede reducir las brechas sociales y económicas. Pero para ello, es crucial que las políticas públicas mantengan un enfoque en el acceso universal a la educación, con estrategias claras que aborden las barreras económicas, geográficas y sociales que impiden el acceso equitativo y la finalización al menos de la secundaria. Sin olvidar por supuesto la calidad de esa educación que pasa por: garantizar ambientes de aprendizaje apropiados para aprender; excelencia en la formación, selección y desarrollo profesional del personal docente; el cierre de la brecha digital; el mejoramiento de las competencias y habilidades de las personas estudiantes y un sistema nacional de evaluación robusto que monitore los avances y genere información sólida para guiar la toma de decisiones para la mejora educativa.
Invertir en la educación hoy es la clave para tener un futuro más justo y equitativo para todas y todos.
Referencias bibliográficas
INEC. (2023). Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), 2023. INEC. https://tinyurl.com/2tzdew23
INEC. (Varios años). Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (1996-2009) https://tinyurl.com/m25et3mv
Meneses, K. et al. (2023). Análisis de diferencias por género y factores asociados en pruebas estandarizadas de ERCE para el diseño de políticas para promover la equidad. Investigación realizada para el Noveno Informe Estado de la Educación. Conare, PEN. https://hdl.handle.net/20.500.12337/8533
PEN. (2023). Octavo Informe Estado de la Educación (2023). Conare, PEN. https://hdl.handle.net/20.500.12337/8544
Trejos, J.D. (2023). Situación, evolución y perspectivas de los incentivos monetarios para estudiar. Investigación realizada para el Noveno Informe Estado de la Educación. Conare, PEN. https://hdl.handle.net/20.500.12337/8520
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[1] Será importante determinar cuánto del efecto puede atribuirse a la reducción de población en edad de asistir y cuánto a las proyecciones de la población en ese grupo.