La portada del Informe: habilitar el puente, la gran tarea actual de la democracia costarricense
Con la portada del Informe Estado de la Nación 2022 buscamos una imagen expresiva que sintetizara, de manera directa y sin ambages, la gravedad de los problemas que la sociedad costarricense enfrenta en la actualidad y, al mismo tiempo, la complejidad de la tarea común por delante. Quisimos, por decirlo así, hablar claro y conciso, sin mayor margen a interpretaciones.
En esta edición la situación nacional se describe, en sus aspectos principales, por medio de los tres mensajes principales de este Informe:
- Mensaje 1. La lenta, insuficiente e incierta salida de la pandemia refuerza la normalización de resultados contrarios al desarrollo humano.
- Mensaje 2. La normalización de resultados contrarios al desarrollo humano evidencia un progresivo abandono del contrato social costarricense
- Mensaje 3. El progresivo abandono del contrato social ha creado riesgos de largo plazo en el desarrollo humano, que aún pueden ser enfrentados mediante la acción política democrática
La portada se refiere a la necesidad de (re)construir puentes que, producto del abandono y la inacción, han afectado vías de comunicación social, económica y política vitales para el desarrollo humano y la democracia. Las personas a ambos lados de la incomunicación no son necesariamente testigos pasivos, pero a falta de herramientas y soluciones pueden terminar siendo eso; o peor, pueden pensar que, si la situación es irremediable, mejor terminar desmantelando la estructura para quedarse con algo de ella. La valoración del informe es distinta: esas personas pueden -y deben- ser parte activa en la reconstrucción y remozamiento de un puente roto o sin terminar, depende de la óptica de cada cual.
Habilitar ese puente, metáfora del tejido social, o uno mejor, es la gran tarea actual de la democracia costarricense. En ese sentido, la portada es descriptiva y no prospectiva: nos llama a entender la gran magnitud del problema a resolver y, si tenemos sentido de urgencia y pertenencia, a reparar lo que ha sido abandonado y derruido. Sin embargo, no sugiere que estos puentes no se puedan arreglar. El ingenio colectivo, la diligencia, la capacidad organizativa y de movilizar recursos públicos y privados para reconstruir el puente es un escenario posible y deseable. Es el escenario al cual el Programa Estado de la Nación ha dedicado y continuará dedicando sus mejores esfuerzos.