sábado 15 octubre, 2022

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¿Está Costa Rica atendiendo los retos para garantizar su seguridad alimentaria y nutricional?

Costa Rica se ha planteado entre sus objetivos de política pública[1] la seguridad alimentaria y nutricional[2] (SAN). Es decir, “garantizar que todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades y sus preferencias, a fin de llevar una vida activa y sana” (FAO, 2006). Para alcanzar esta meta el país tiene fortalezas, pero enfrenta retos por las dificultades que tiene una buena parte de la población para adquirir alimentos sanos, inocuos y nutritivos.

Para lograr la SAN es necesario conseguir, al menos, cuatro condiciones, a saber: i) que existan cantidades suficientes de alimentos de calidad adecuada (disponibilidad), ii) que las personas cuenten con los recursos para adquirir alimentos apropiados y una alimentación nutritiva (acceso), iii) lograr un estado de bienestar nutricional en el que se satisfagan todas las necesidades fisiológicas (uso biológico) y iv) que no exista el riesgo de quedarse sin acceso a alimentos a consecuencia de crisis repentinas (por ejemplo, una crisis económica o climática) ni de acontecimientos cíclicos (estabilidad). Se trata de una tarea compleja, pues implica atender no solo elementos propios de las condiciones sociales y económicas de los hogares, sino también la capacidad de previsión y adaptación a posibles efectos de fenómenos externos (sobre los cuales hay poco o nulo control).

El país carece de un sistema básico de indicadores para dar seguimiento a la SAN. Sin embargo, a nivel internacional existen algunas mediciones en esta línea que permiten aproximar la situación de Costa Rica en la materia. Un ejemplo es el Global Food Security Index[3] (GFSI) que elabora Economist Impact, el cual explora los cambios en los factores estructurales que afectan la seguridad alimentaria. Desde una perspectiva comparada, Costa Rica exhibe resultados positivos. En 2022 se ubicó en la posición 18 de 113 naciones analizadas y obtuvo un puntaje de 77,4 en una escala de 1 a 100 (Economist Impact, 2022). Se trata de un valor superior al reportado en 2012 (69,5) y por encima de la media registrada para América Latina, las naciones de renta media alta y el mundo (gráfico 1). Las principales fortalezas del país están en aspectos como la tenencia de políticas y estrategias en SAN, la estabilidad política y la ausencia de conflictos o guerras.

Gráfico del puntaje de Costa Rica en seguridad alimentaria

No obstante los buenos resultados que muestra Costa Rica en este tipo de medición, es posible identificar al menos tres áreas de atención prioritaria en SAN: el acceso económico y físico a alimentos, la calidad de estos y la capacidad de adaptación del sector agropecuario a los cambios en el clima. En el primer caso, tanto los datos del GFSI como los nacionales evidencian que un grupo importante de la población carece de los recursos económicos para adquirir los alimentos mínimos. En 2021 un total de 104.553 (6,3%) hogares no disponían de los ingresos suficientes para acceder a la canasta básica alimentaria (CBA). El número de hogares en esta condición muestra una tendencia creciente, sobre todo a partir de la crisis económica de 2008-2009 (gráfico 2).

Gráfico de hogares con ingresos insuficientes

 La tendencia al aumento se ha agravado en los últimos dos años debido a una reducción de la capacidad adquisitiva de la población (principalmente de la más vulnerable). Por un lado, por la pérdida de empleos que se generó en el contexto de la emergencia por la pandemia del covid-19 (Chacón y Segura, 2021). Por otro, por el aumento en los precios de los agroinsumos y de los alimentos que impulsó la guerra entre Rusia y Ucrania: según el Instituto Nacional de Estadística y Censos entre mayo de 2021 y mayo de 2022 el costo per cápita mensual de la CBA creció un 14,1% (INEC, 2022).

Una segunda área de cuidado es la calidad de los alimentos, es decir, la seguridad de que los alimentos son inocuos y nutritivos. En este aspecto Costa Rica tiene retos importantes. Primero, reducir el alto uso de sustancias químicas para la producción de cultivos: entre 2017 y 2021 el remanente[4] de plaguicidas químicos sintéticos fue de 54,5 millones de kilogramos de ingrediente activo (SFE, 2022). Un valor alto según indicadores internacionales, considerando también la escasa área orientada a productos orgánicos que existe en el país. En segundo lugar, es necesario velar porque todas las personas, independientemente de su estatus socioeconómico, tengan acceso a una dieta diversificada que le provea de los micronutrientes y las proteínas para su crecimiento y desarrollo físico y cognitivo: según la Encuesta Nacional de Nutrición 2008-2009 el consumo per cápita de frutas y vegetales en el territorio nacional no contempla ni una porción de fruta al día. La ingesta de estos alimentos está por debajo de los 60 gramos (un banano mediano criollo sin cáscara, pesa 70 gramos). No se conocen datos más actualizados, en particular, en medio del fuerte impacto económico generado por la pandemia en los hogares: entre julio de 2019 y junio de 2020 un 47,6% de estos experimentó algún grado de inseguridad alimentaria (Chacón y Segura, 2021).

La tercera área de atención es la alta exposición del sector agropecuario a la variabilidad y el cambio climáticos. Entre 1988 y 2019 del total de afectaciones (27.686) por fenómenos naturales, un 21,1% correspondieron al sector agropecuario. Como se observa en el gráfico 3 se trata de un comportamiento ascendente. Entre los posibles factores que explican esta dinámica están la alta exposición de algunas de las actividades agrícolas, el elevado impacto que el cultivo de algunos productos tiene sobre el medio ambiente (ante el desarrollo de prácticas poco sostenibles) y los lentos avances en adaptación ante los cambios en el clima. Entre los cultivos más afectados sobresalen los granos básicos, las frutas y hortalizas. Mientras que en ganadería destacan bovinos y pastos. Estas situaciones le generaron pérdidas económicas al sector por 405.082 millones de colones (Mideplan y Sepsa-MAG, 2020). Esto demuestra la importancia de que este sector se prepare y sea más resiliente ante futuras crisis climáticas.

Gráfico afectaciones causadas por fenómenos naturales

Los aspectos mencionados y la falta de información para darle seguimiento representan para Costa Rica desafíos importantes para garantizar la SAN de su población. No atender estas áreas prioritarias afectaría no sólo la seguridad social y ambiental, también la subsistencia misma de las personas, por ende, el desarrollo humano del país. Pese a que Costa Rica dispone de instrumentos de política pública, una amplia institucionalidad y recurso humano capacitado para abordar la temática, las investigaciones desarrolladas en el marco del Informe Estado de la Nación demuestran que la SAN no es un tema prioritario en la agenda política nacional (PEN, 2015; PEN, 2021).

Para avanzar con celeridad se requieren acciones claras y concretas que contribuyan, por un lado, en la consolidación de los logros y, por otro, en la reducción de los riesgos. Ante este escenario, el diálogo y la toma de decisiones informadas y participativas son condiciones imprescindibles para enfrentar las tensiones alrededor de este tema.

 

Referencias bibliográficas

Chacón, K. 2015. El desafío de garantizar la seguridad alimentaria y nutricional. Ponencia elaborada para el Informe Estado de la Nación 2015. San José: PEN-Conare.

Chacón, K. 2020. Patrones e impactos del uso del suelo agrícola en Costa Rica. Ponencia elaborada para el Informe Estado de la Nación 2020. San José: PEN-Conare.

Chacón, K. y Segura, R. 2021. Aproximación al estado de inseguridad alimentaria de los hogares en Costa Rica. Ponencia elaborada para el Informe Estado de la Nación 2021. San José: PEN-Conare.

Economist Impact. 2022. Global Food Security Index 2022. Sitio official, en: <https://impact.economist.com/sustainability/project/food-security-index/explore-countries/costa-rica>.

FAO. 2006. Seguridad alimentaria. Informe de políticas, número 2. Roma: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

INEC. 2022. Índice de precios al consumidor, mayo 2022. San José: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

INEC. Varios años. Encuesta Nacional de Hogares. San José: Instituto Nacional de Estadística y Censos.

Mideplan y Sepsa-MAG. 2020. “Base de datos de fenómenos naturales”. En: <http://www.infoagro.go.cr/Paginas/Default.aspx>.

Mora, D. et al. 2022. Agua para consumo humano y saneamiento en Costa Rica al 2021: brechas y metas en tiempos de la “covid-19”. San José: Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.

PEN. 2015. Vigesimoprimer Informe Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible. San José: Programa Estado de la Nación-Conare.

PEN. 2021. Informe Estado de la Nación 2021 en Desarrollo Humano Sostenible. San José: Programa Estado de la Nación-Conare.

SFE-MAG. 2022. Estadísticas sobre plaguicidas químicos sintéticos en Costa Rica 2021. San José: Servicio Fitosanitario del Estado, Ministerio de Agricultura y Ganadería.

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[1] El país cuenta con al menos 12 leyes y 20 políticas, planes y estrategias relacionadas con seguridad alimentaria y nutricional en los cuales se definen metas y objetivos en este campo (Chacón, 2015).

[2] Es importante mencionar que existen otros enfoques desde los que se analiza y debate este tema, por ejemplo, la soberanía alimentaria y el derecho humano al acceso a la alimentación. Desde estas otras perspectivas se considera o da énfasis a otros elementos (Chacón, 2015).

[3] Este índice contempla cuatro grandes dimensiones, a saber: asequibilidad, disponibilidad, calidad y seguridad y sostenibilidad y resiliencia (Economist Impact, 2022).

[4] El remanente corresponde a los kilogramos de ingrediente activo importados menos los exportados por año.

Chacón Araya Karen

Autor:

Chacón Araya Karen

Lectura crítica

León Mena Jennyfer, Merino Trejos Leonardo, Alfaro Alfaro Manuel, Barrientos Matamoros Guido, González Rosales Sebastián y González Vladimir

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