Escasos avances en bienestar y cobertura en la atención de la salud en Centroamérica y República Dominicana
7 de abril: Día Mundial de la Salud
Centroamérica y República Dominicana (CARD) conmemoran hoy el Día Mundial de la Salud con un escaso progreso en materia de salud y bienestar. Este se celebra durante el tercer año de la pandemia del covid-19 que ha golpeado al mundo entero y ha presionado los sistemas de salud. En los años más recientes y previos a la pandemia, los países CARD no habían logrado grandes mejoras en indicadores de salud y tampoco en términos de cobertura y sostenibilidad de los sistemas de salud pública lo cual pone en relieve la crítica situación con la cual le hicieron frente.
¿Cuáles han sido los resultados y logros en materia de salud de la población? La buena noticia es que hay avances en términos de las condiciones de vida, producto de mejoras puntuales en saneamiento ambiental, acceso a alimentos, control y prevención de ciertas enfermedades, entre otros. Esto ha permitido un incremento en la esperanza de vida. Además, se logró una reducción significativa en la tasa de mortalidad infantil lo cual fue resultado de una mejora en los sistemas de atención primaria, profundización de programas de vacunación masiva, mayor control de salud infantil, así como la expansión de la atención prenatal (PEN, 2016; 2021).
La mala noticia es que en muchos ámbitos estos avances han sido insuficientes. Por ejemplo, la prevalencia de la desnutrición[i] en la población se ha reducido en las últimas dos décadas, pero en 2019 afectó al 13,5% en Honduras, 16,8% en Guatemala y al 19,3% en Nicaragua. Cifras muy por encima del promedio latinoamericano (7,1%), según datos de la FAO (gráfico 1).
La complejidad de la situación de la salud en nuestros países aumenta al existir gran incidencia de la pobreza, principalmente en zonas rurales. En estas regiones es donde los niños sufren más de problemas de crecimiento[ii]. Al mismo tiempo, en algunos países las poblaciones están envejecidas, especialmente en Costa Rica, El Salvador y Panamá, y esto tiene implicaciones en el tipo de servicios de salud que se necesitan, por ejemplo, la población adulta mayor requiere más atención por enfermedades crónicas y degenerativas.
Encima de todo, la pandemia del covid-19 vino a exponer aún más la baja capacidad de los sistemas de salud pública para cubrir de manera oportuna a la mayor parte de la población. Estos sistemas son heterogéneos, algunos con prestación de servicios integral, como el caso de Costa Rica, Guatemala, Panamá y República Dominicana, mientras otros brindan atención primaria o mixta (Belice, El Salvador, Honduras y Nicaragua). La cobertura de los regímenes de enfermedad y maternidad[iii] también varía significativamente[iv]. Costa Rica tiene cobertura universal (94,4%), y le siguen República Dominicana (73%) y Panamá (60%), lo cual contrasta con las bajas coberturas de población en El Salvador (25,45%), Guatemala (18,9%), Honduras (19,17%) y Nicaragua (31,21%) (OPS-CISSCAD, 2020).
Otro desafío en los países CARD es la falta de sostenibilidad en el financiamiento público de los servicios de salud, lo cual es una amenaza para el bienestar en los próximos años. Una forma de aproximar las capacidades del sistema es el gasto en salud. En promedio, la participación del gasto en este rubro ha tenido un leve aumento entre el 2010 y el 2019 (gráfico 2), con excepción de Honduras y Nicaragua. El problema es que esto no se traduce en mayor cobertura. Esto hace que el gasto privado en salud represente una importante carga financiera en los hogares (PEN, 2016).
Estos escasos avances afectan el principal activo con el que cuenta la región: su población. Sin naciones sanas y productivas no es posible impulsar el desarrollo humano sostenible y acercarnos a los objetivos de bienestar. Además, el acelerado envejecimiento demográfico de la región presiona aún más las demandas en la atención y los servicios. En un contexto de limitada solvencia de los estados de CARD, los formadores de políticas públicas tendrán que mantener un balance para lograr reducir los rezagos en cobertura y atención en salud sin generar mayores presiones a las capacidades fiscales de los países.
Referencias:
Ministerio de Salud. 2017. Anexo de Norma Nacional de uso de las gráficas antropométricas para valoración nutricional de 0-19 años. Ministerio de Salud de Costa Rica, San José.
OPS-CISSCAD. 2020. Seguridad social en Centroamérica y República Dominicana. Situación actual y desafíos. Organización Panamericana de la Salud y Consejo de Instituciones de Seguridad Social de Centroamérica y República Dominicana: Washington, DC
PEN. 2016. Quinto Informe del Estado de la Región. PEN, San José.
PEN. 2021. Sexto Informe del Estado de la Región. PEN, San José.
[i] Buena parte de los problemas nutricionales se acarrean desde la niñez, con desnutrición crónica en menores de 5 años, mientras que la población adulta también sufre crecientemente de sobrepeso y obesidad.
[ii] Crecimiento peso para la talla: indicador de crecimiento que relaciona el peso con la talla. Este refleja el peso corporal en proporción al crecimiento alcanzado en longitud o talla indicando la situación actual del estado nutricional del individuo, independiente de la edad. Es considerado un índice para identificar niños o niñas que están con desnutrición, sobrepeso u obesidad y deficiencias nutricionales agudas. Se utiliza de 0 menos de 5 años de edad e indica el estado nutricional de las últimas semanas (Ministerio de Salud, 2017).
[iii] Algunos sistemas incluyen también cobertura por invalidez.
[iv] En el caso de Belice, este tiene una cobertura geográfica parcial, en el distrito sur de la Ciudad de Belice, Stann Creek, Toledo y Colozal (OPS-CISSCAD, 2020).