Elecciones municipales 2024 debilitan a los partidos tradicionales y fortalecen a otras fuerzas y agrupaciones cantonales
El domingo 04 de febrero de 2024 se realizaron las sextas elecciones de autoridades municipales en los 84 cantones del país. Previo al 2002, los comicios municipales se realizaban de manera concurrente con las nacionales y, a partir de 2016, se unificó la designación de todos los cargos y se separaron de las presidenciales y legislativas. Los procesos fueron libres, limpios y se realizaron en un ambiente de normalidad. Los resultados se dieron a conocer con rapidez y sin cuestionamientos. En total se eligieron 6.612 cargos con participación de 71 partidos políticos. Se encontraban habilitados para votar 3.5 millones de votantes.
Al igual que sucede en otras sociedades que celebran elecciones locales separadas de las nacionales, por lo general, la concurrencia de la ciudadanía a las urnas es menor en las primeras que la registrada en las segundas. Costa Rica no es la excepción en esta materia. Entre 2002 y 2020, el promedio de participación electoral fue de tan sólo un tercio del padrón. En la elección municipal de 2024, el 32% de las personas empadronadas ejerció el sufragio, interrumpiendo una tendencia de crecimiento y confirmando una tendencia de baja asistencia. A pesar de que este valor promedio nacional es bajo, los datos refuerzan las disparidades territoriales de la participación. A lo largo de los seis comicios municipales celebrados (2002, 2006, 2010, 2016, 2020 y 2024), la asistencia a las urnas en localidades de menor desarrollo humano y localizadas en regiones rurales y periféricas ha sido mayor que la registrada en las ciudades urbanas, más desarrolladas y pobladas, ubicadas en el área metropolitana.
Algunos datos pueden ilustrar este patrón geográfico de la participación: en el municipio capitalino de San José, el de mayor presupuesto y población, la concurrencia a las urnas fue de un 23%, misma cifra que en Heredia (localidad ubicada al norte del país). Además, el municipio con menor afluencia fue Desamparados, en la provincia capitalina, registrando un 21% de participación. Estos ejemplos muestran el patrón de baja concurrencia en comunidades urbanas. A diferencia, en municipios como Turrubares, el ausentismo fue del 39%, en Nandayure el 41% y en Monteverde del 44%, sobresaliendo como los cantones de menor abstencionismo. En síntesis, la elección municipal 2024 se comportó como las anteriores en cuanto a la participación ciudadana y las disparidades territoriales.
Ahora bien, los reacomodos más relevantes han ocurrido en los apoyos electorales a los partidos políticos tradicionales. En elecciones previas, los partidos Liberación Nacional (PLN) y Unidad Social Cristiana (PUSC) han dominado los cargos municipales. Por ejemplo, en 2002 estas dos agrupaciones controlaban 75 de las 81 alcaldías municipales (un 93%). Hace cuatro años, en 2020, las alcaldías en manos del PLN y el PUSC eran 58. En esta oportunidad, los partidos mencionados se adueñaron de 49 municipalidades, poco más de la mitad en disputa. En este escenario, la agrupación política que ha perdido más respaldo es el PLN, que en 2024 perdió 15 municipalidades con respecto a 2020 y 30 menos que en 2006, su mejor año. El PUSC, por su parte, aumentó en 5 en comparación con hace cuatro años, pero muy lejos de las 48 que tenía en 2002.
Al debilitamiento de los partidos PUSC y PLN a escala local, se le suma el hecho de que los partidos políticos oficialistas a nivel nacional (en control del Poder Ejecutivo), de los últimos tres procesos electorales (2016 en adelante), comparten una característica que los pone en desventaja en elecciones municipales: carecen de bases de apoyo territoriales. De hecho, luego de que en épocas en las que el PLN y PUSC afrontaban comicios municipales siendo gobierno nacional y obtenían respaldos del 37%, 46% y 44%, en las últimas tres elecciones municipales, las otras dos agrupaciones que han sido gobierno (Acción Ciudadana y Progreso Social Democrático) sólo han llegado al 12%, 7% y 5% de respaldo electoral.
La erosión del respaldo en los partidos tradicionalmente dominantes ha abierto múltiples espacios para agrupaciones emergentes que aprovechan para disputar y convertirse en agrupaciones competitivas a nivel local (gráficos 1 y 2). En 2024 esa agrupación fue Unidos Podemos, un partido sin mayor historial y sin arraigo comunal, que pasó de 1 a 9 alcaldías. Además, los partidos cantonales extienden un proceso gradual de expansión en dos sentidos: uno territorial, abarcando más comunidades y territorios, y otro electoral, al alcanzar más alcaldías (11 en 2020 y 10 en 2024) y regidurías en cada elección.
Además, hubo cambios asociados a la entrada en vigor de reformas electorales. En 2024, se aplicaron dos reformas de gran trascendencia. La primera de ellas consistió en la aplicación de límites a la reelección municipal, la cual produjo una renovación de las autoridades designadas, especialmente en las alcaldías. La segunda se refiere a la aplicación de la paridad de género mediante la alternancia en todas las candidaturas y en todas las circunscripciones en las que compitan los partidos políticos. La aplicación de esta última norma originó que algunas candidaturas que incumplieron con estos requisitos fueran denegadas, incluidas las dos agrupaciones políticas (Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda) que recibieron el apoyo del presidente Rodrigo Chaves, luego de su conflicto y separación del Partido Progreso Social Democrático[1]. Producto de ello, las mujeres en las alcaldías aumentaron de 8 a 22, cifra que supone un 26 % del total de cargos elegibles. Sin embargo, este valor es inferior al 43% de mujeres inscritas como candidatas.
[1] Este tema fue abordado por un blog publicado recientemente que se puede consultar en: https://estadonacion.or.cr/sala-constitucional-y-el-control-de-constitucionalidad/
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Referencias bibliográficas
TSE. varios años. Resoluciones declaratorias de elección. Elecciones varios años. Tribunal Supremo de Elecciones. https://www.tse.go.cr/declaratorias.htm