martes 19 septiembre, 2023

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Retos para impulsar la I+D en el sector de dispositivos médicos

Hacer ciencia e inventar nuevos productos y servicios para beneficio de las personas y mejorar la producción de un país, cuesta tiempo y dinero. A la inversión en estos temas se le llama investigación y desarrollo (I+D) y desde hace más de tres décadas se sabe que es fundamental para el desarrollo y el bienestar (Crespi, et al. 2010). Para decirlo en corto: entre más invierta un país en I+D, más se desarrollará, pues será capaz de aumentar la productividad de su economía, una condición indispensable para generar más riqueza y mejor calidad de vida para la población.

Sin embargo, no solo importa la cantidad de recursos que se invierta en I+D, sino también la manera como esa inversión se financia. En los países más avanzados, el sector privado es una fuente fundamental para la I+D, mientras que en los de menos desarrollo, con frecuencia esa inversión depende casi enteramente de los presupuestos públicos, que suelen variar mucho a lo largo del tiempo, según las circunstancias políticas y económicas.

¿Cómo está Costa Rica en este tema? Desafortunadamente no andamos en el sendero correcto. En 2021, la inversión en I+D en relación con el tamaño de la economía alcanzó su segundo valor más bajo desde la primera vez que se estimó esa inversión en 2006 (0,32% del Producto Interno Bruto o PIB) (Sincyt, 2023). Además, a diferencia de los países tecnológicamente desarrollados, en nuestro país el sector privado desempeña un papel secundario como ejecutor de la inversión. En 2021 ejecutó apenas un 30,3% de la inversión en I+D (MICITT, 2022), en contraste con un 75% en el caso de EEUU en 2021 (Ricyt, 2022).

Según Crespi et al., (2010), el umbral mínimo de ejecución privada de la inversión en I+D en países de ingresos relativamente bajos debiera ser alrededor del 40%. De ahí en adelante, a medida que las naciones se desarrollan, la cifra sube de modo más que proporcional, hasta superar el 60% en los países más avanzados. Costa Rica, como se ha visto, se encuentra por debajo del umbral mínimo.

Para comprender lo que está pasando es necesario conocer las barreras que frenan el desarrollo de estas actividades en los distintos sectores productivos de la economía costarricense. Un buen punto de partida es analizar los principales retos que las empresas del sector de dispositivos médicos dicen enfrentar para invertir en actividades de I+D. Estas empresas son de particular interés porque han sido el objeto de una serie de políticas de fomento productivo durante las últimas dos décadas como parte de una estrategia de atracción de inversiones mediante la intervención coordinada de CINDE, Procomer y COMEX[1].

Como resultado de estos esfuerzos se ha conformado en el territorio nacional un grupo de más de 100 empresas, nutrido por aproximadamente 50 empresas multinacionales dedicadas a la manufactura de dispositivos médicos (DM). Este grupo ha logrado éxitos significativos pues hoy en día es el responsable del principal producto de exportación y de posicionar al país como el segundo exportador más grande de DM de América Latina y el Caribe después de México (Salazar-Xirinachs, 2022).

Un primer estudio realizado por el Programa Estado de la Nación (PEN) identifica que, pese al éxito exportador, existe todavía una incipiente incursión en actividades de I+D. El estudio se basó en una consulta en línea en la que participaron 55 empresas de este sector, tanto de capital nacional como extranjero. Llevan a cabo distintos roles dentro de la industria local, sea como fabricantes de equipo original (OEM), contratistas fabricantes o suplidores.

Si bien hace más de una década, una investigación describió a este sector como un conglomerado dominado por la inversión extranjera directa (IED), caracterizado por encadenamientos a suplidores locales débiles y bajos en contenido tecnológico y escasas capacidades pre-existentes del sector (Ciravegna y Giuliani 2007 en Gereffi, et al, 2019), en adición a una serie de retos que se destacan a continuación, el presente estudio identifica logros. Ello por cuanto un 42% de las empresas consultadas lleva a cabo actividades de I+D en el país, así como por la incipiente participación en I+D de suplidores de capital nacional, esfuerzo que amerita acompañamiento técnico y apoyo financiero (gráfico 1).

Las empresas que no realizan I+D argumentan razones ante las cuales el país tiene poco margen de acción, por ejemplo, cuando la decisión de invertir o no en I+D depende de decisiones corporativas de las empresas multinacionales. Si bien estas multinacionales recientemente realizan más “outsourcing” y “offshoring” en sus actividades de producción, debido a la alta inversión requerida, complejidad tecnológica, estricto ambiente regulatorio, entre otros factores, es posible que su plan estratégico no contemple llevar a cabo I+D en Costa Rica o que estas actividades solo se realizan en (o cerca de) la casa matriz en un país desarrollado.

Otras razones aducidas por las empresas tienen que ver con acciones sobre las que es posible y necesario actuar desde Costa Rica (gráfico 2). Este es el caso de asuntos como la escasez de talento altamente calificado y de proveedores con las certificaciones requeridas para hacer I+D. Por su parte, la ausencia en nuestro país de incentivos tributarios que apoyen la inversión en I+D contrasta con la norma en economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2023) e incluso de la región, donde países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia. Ecuador, México, Perú y Uruguay incluyen algún tipo de crédito tributario o deducción en el impuesto sobre la renta vinculados con los gastos en I+D o innovación tecnológica (CEPAL/Oxfam 2019).

Gráfico de las razones de la empresas para no realizar I+D

El estudio del Estado de la Nación indagó sobre los retos que enfrentan las empresas una vez que se deciden a realizar I+D en Costa Rica (gráfico 3). Como primera mención vuelve a despuntar la escasez de recurso humano con posgrado y con nuevas capacidades como un cuello de botella para avanzar de manera efectiva hacia segmentos de mayor valor agregado. Entre esos perfiles se insiste en disciplinas como las tecnologías en información y comunicación (TIC) e ingenierías altamente especializadas en simulación, diseño industrial, electrónica y electromecánica, de materiales, mecatrónica, dispositivos médicos así como analistas de datos. También se hizo énfasis en la necesidad de una formación interdisciplinaria por medio de la cual ese talento adquiera una mayor exposición al área biomédica (Hipatia, 2023; Segura, 2019).

Las empresas además pusieron acento en los problemas causados por los débiles vínculos entre ellas, el gobierno y la academia y las dificultades provocadas por la escasa agilidad para hacer trámites, incluyendo la dificultad para la importación de insumos para la I+D y la escasez de laboratorios especializados que cuenten con las certificaciones de calidad requeridas para esta actividad.

Estas razones coinciden con varias de las barreras identificadas por estudios previos, entre ellas, los altos costos implicados, las limitaciones para acceder a capital, el escaso apoyo del sector público y débil vinculación gobierno-academia-industria (Grupo de trabajo CR R&D HUB, 2016; Segura, 2019).

Gráfico reto de empresas en I+D

La principal conclusión es que una historia de éxito exportador no es necesariamente una historia de una mayor inversión en I+D. Lo cierto es que Costa Rica aún no proporciona las condiciones óptimas de apoyo de un ecosistema maduro para sustentar actividades de I+D empresarial en un sector que destaca por ser uno de los más dinámicos del país, pero tampoco en el resto del tejido productivo del país.

Superar la miríada de retos, muchos de ellos de larga data, implica sostener una estrategia que integre instrumentos de políticas de ciencia, tecnología e innovación, con las políticas en educación y en fomento productivo. Esta integración es indispensable para impulsar las capacidades tecnológicas de suplidores, contratistas fabricantes y fabricantes de equipo original de la industria. Ello supone a su vez, un balance entre instrumentos de oferta como son la facilitación oportuna de recurso humano con los perfiles de mayor demanda, laboratorios de investigación especializados, y del lado de la demanda como son el apoyo para la adquisición de certificaciones, el desarrollo de proveedores y subsidios e incentivos fiscales a la I+D (Monge, 2013). Tal estrategia implica un esfuerzo continuo por fortalecer los encadenamientos, sinergias y alianzas público-público y público-privadas para aumentar las capacidades requeridas dentro de un modelo de cadena de valor.

Referencias:

Bamber, P. & Gereffi, G. 2013. Costa Rica in the medical devices global value chain. Opportunities for upgrading. Chapter 2. Duke. Center on Globalization, Governance & Competitiveness at the Social Science Research Institute.

CEPAL/Oxfam 2019. Los incentivos fiscales a las empresas en América Latina y el Caribe”, Documentos de Proyectos (LC/TS.2019/50), Santiago.

Crespi, G., Fuentes, J.R, Alvarez, R & Orozco, J. 2010. Nota técnica sobre el sistema nacional de innovación de Costa Rica: una contribución al diálogo de políticas públicas entre el Gobierno de la República de Costa Rica y el Banco Interamericano de Desarrollo (Nota Técnica IDB-TN-142). San José: BID.

Gereffi, G. Frederick S. & Bamber P. 2019. Diverse paths of upgrading in high-tech manufacturing: Costa Rica in the electronics and medical devices global value chains. Transnational Corporations. Volume 26, 2019, Number 1.

Grupo de trabajo CR R&D HUB, 17 de agosto, 2016. Sesión de trabajo. Sr. Marcelo Jenkins, Ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones; Sr. Alexander Mora, Ministro de Comercio Exterior

HIPATIA, 2023. Estadísticas de I+D en industrias farmacéutica y de dispositivos médicos.  www.hipatia.cr

MICITT. 2022. Indicadores Nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación, Costa Rica 2020 – 2021. San José, C. R.

Monge, R.  2023. Yerros en materia de innovación. Periódico La Nación (12/04/2023)

OECD. 2023. Innotax. tax incentives for R&D and innovation. https://stip.oecd.org/innotax/

Poder Ejecutivo. 2020. “Declara de interés público y nacional a la industria médica y de bienestar y a Costa Rica como centro de bienestar, innovación y ciencias de la vida N° 42334 S-COMEX-MCSP”. En: <https://bit.ly/3GpJ8if>.

Ricyt. 2022. Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Interamericana e Iberoamericana. http://app.ricyt.org/ui/v3/comparative.html?indicator=GASIDSEPER&start_year=2011&end_year=2020

Salazar-Xirinachs, J.M. (2022). El sector/clúster de dispositivos médicos de Costa Rica. Estudio de caso. Banco Interamericano de Desarrollo. Nota técnica No. IDB-TN-02627 https://publications.iadb.org/es/el-sectorcluster-de-dispositivos-medicos-de-costa-rica-estudio-de-caso

Segura, S. 2019. I+D en Costa Rica: ¿Cómo fortalecer su desarrollo para el sector farmacéutico y de dispositivos médicos? Dirección de Inteligencia Comercial, noviembre, 2019.

Sincyt. 2023. https://sincyt.go.cr/Indicadores/indicadores/cuadroPIB.jsf

[1] Estas políticas han incluido el Acuerdo 229-2010 para la definición de sectores prioritarios, la declaratoria de interés público y nacional a la industria (Poder Ejecutivo, 2020) que procura la creación de un Hub o Centro de Ciencias de la Vida como un replanteamiento del país como un centro de innovación global en esta área, y el desarrollo de una iniciativa en el marco del Programa Nacional de Clústeres.

Santos Pasamontes María y Durán Monge Esteban

Autor:

Santos Pasamontes María y Durán Monge Esteban

Lectura crítica

Vargas Cullell Jorge

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