miércoles 1 agosto, 2018

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¿Cómo se gasta el dinero de nuestros impuestos?

Si usted logra saber con detalle a dónde se va el dinero de sus impuestos con la información que pone a disposición el gobierno en Internet, es probable que viva en una sociedad con altos niveles de transparencia y eficiencia en la ejecución de los recursos públicos.

Pero ese no es el caso de Costa Rica. De acuerdo con el International Budget Partnership (IBP)[1], que calcula el Índice de Transparencia Presupuestaria, la calificación del país fue de 56 puntos en una escala de 0 a 100. Es decir, en Costa Rica se brinda información limitada sobre la forma como se realiza y ejecuta el Presupuesto de la República para el gobierno central. En otras palabras, no es posible saber con detalle cómo se gasta el dinero de nuestros impuestos. Hay que conformarse con una idea general.

Así se desprende de la Encuesta de Presupuesto Abierto (OBS por sus siglas en inglés), publicada en enero de 2018 a nivel mundial por el IBP. Se trata de una evaluación para determinar si el gobierno pone a disposición del público, en versión digital, ocho documentos que son claves para determinar la calidad y transparencia del presupuesto en un país (ver gráfico). La medición incluye información sobre 109 indicadores en más de 100 países y se realiza desde hace diez años.

Países con calificaciones altas en el índice de transparencia presupuestaria garantizan tres componentes determinantes. Primero, brindan información adecuada y de fácil acceso a toda la ciudadanía sobre la forma como se gasta el dinero de los contribuyentes. Segundo, tienen fuertes mecanismos de control para evitar la corrupción o la asignación inadecuada de los fondos. Y finalmente, promueven la participación ciudadana en las discusiones presupuestarias con el fin de identificar los rubros prioritarios del gasto y la fiscalización en la ejecución. En el grupo con mejores calificaciones se encuentran Nueva Zelanda, Sudáfrica, Suecia, Noruega y Georgia con puntajes superiores a 80. También destacan de América Latina, México (79 puntos), Brasil (77 puntos), y Perú (73 puntos).

¿Cómo está Costa Rica en estos tres aspectos? Hay deficiencias en la calidad de la información disponible al público. No se publican dos documentos claves: el documento preliminar del presupuesto ni tampoco hay una revisión del presupuesto a mitad de año, de acuerdo con las prácticas internacionales.

En materia de ejecución, tampoco es posible vincular, con precisión, la asignación de fondos con programas y políticas específicas. Por ejemplo, actualmente se destina alrededor del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país a educación. Sin embargo, la información disponible en los ocho documentos base del análisis no permite saber cuánto de ese dinero se destina a rubros como pago de salarios, alquiler de edificios, inversión en infraestructura educativa, o becas, entre otros. Lo mismo ocurre con los dineros que van al resto de ministerios e instituciones del gobierno central.

En materia de control y fiscalización estamos mejor. De acuerdo con el IBP, la Asamblea Legislativa brinda fiscalización adecuada sobre el presupuesto, aunque hay algunas debilidades en la etapa de planificación. La revisión a cargo de la Contraloría General de la República, como órgano superior de auditoría también es adecuada. Ello es producto de una normativa robusta que garantiza la estabilidad institucional y amplias potestades para realizar auditorías cuando lo considere necesario.

El rubro más débil es el de la participación ciudadana. El IBP evalúa a Costa Rica con una calificación de 7, en una escala de 0 a 100 en este componente. El promedio global es bajo, de tan sólo 12 puntos. No obstante países como Nueva Zelanda con 56 puntos y el Reino Unido con 47, son dos buenos ejemplos de que sí es posible abrir espacios a la ciudadanía, en las discusiones presupuestarias.

¿Qué se puede hacer para mejorar? Con base en las historias de éxito a nivel global, el IBP genera recomendaciones de mejora para cada país. En Costa Rica se debe iniciar con la publicación de un documento preliminar presupuestario y una revisión de la ejecución a mitad de año. Es deseable también, proporcionar un mayor detalle sobre las medidas de desempeño en la ejecución presupuestaria y vincularlas con los programas y las acciones de las instituciones públicas en específico. Y finalmente, abrir espacios para que la ciudadanía participe en las discusiones y se involucre en la fiscalización.

El gráfico siguiente muestra la calidad de la información disponible en Costa Rica, con base en la evaluación de los ocho documentos clave que utiliza IBP para establecer el índice de transparencia presupuestaria a nivel mundial. En el siguiente enlace puede obtener información detallada para los 102 países evaluados: https://www.internationalbudget.org/open-budget-survey/

[1] Para más detalles sobre el International Budget Partnership se puede visitar su página web en: https://www.internationalbudget.org

Gómez Campos Steffan

Autor:

Gómez Campos Steffan

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