Novena edición del Estado de la Educación incluirá un capítulo sobre la macroevaluación en el sistema educativo
- Informe propone retomar el análisis de la macroevaluación en el sistema educativo como un mecanismo clave para salir de la crisis y promover la mejora de su situación actual.
- Aspectos como la organización institucional, los instrumentos de medición, la difusión y uso de los resultados, la adopción de prácticas internacionales efectivas en la materia, así como sus fortalezas y desafíos se abordarán a partir de un análisis mixto de investigación.
La novena edición del Informe Estado de la Educación incluirá un exhaustivo análisis de la configuración y funcionamiento del sistema de macroevaluación educativa, en un contexto marcado por una profunda crisis educativa debido a rezagos históricos y los efectos de la pandemia del COVID-19.
La macroevaluación en este capítulo es entendida como un sistema, que representa un componente medular y un factor determinante del proceso de transformación educativa.
Su alcance es mucho más amplio que la aplicación de pruebas nacionales a estudiantes, ya que comprende cuatro componentes indispensables, estrechamente relacionados entre sí: el marco teórico y normativo, la institucionalidad responsable de la evaluación, los instrumentos de medición y, finalmente, la difusión y los usos que se da a los resultados.
La incorporación de la evaluación educativa en el Informe de este año, se basa en tres razones estratégicas. En primer lugar, los sistemas de evaluación son fundamentales para impulsar la transformación educativa al proporcionar información para la toma de decisiones, mejorar el conocimiento de los procesos educativos y establecer planes de recuperación para un óptimo desarrollo.
Desde la última aplicación de las Pruebas Nacionales de Bachillerato en 2019, no se ha generado información sistemática sobre los logros educativos de los estudiantes, especialmente en áreas clave como matemáticas, ciencias y lectura. Además, la interrupción constante del ciclo lectivo desde 2018, el cierre prolongado de escuelas en 2020 y 2021, los recortes en contenidos y las nuevas formas de exclusión educativa han dificultado el acceso a una educación de calidad.
Por último, aún cuando Costa Rica retomó en el 2019 la aplicación de las pruebas nacionales, es relevante para el país, analizar los errores que se dieron en su aplicación durante el 2021, debido a las deficiencias reveladas y la forma en que el sistema organiza la macroevaluación y cumple con los fines que esta tiene.
Con el análisis de este tema, se pretende proporcionar información relevante y objetiva que permita reflexionar sobre las debilidades y fortalezas del sistema, caracterizar cómo funciona la organización actual y contrastarlo con prácticas exitosas de sistemas de evaluación educativa a nivel nacional e internacional.
Además de, analizar los instrumentos y su congruencia con los programas de estudio vigentes; conocer mejor la cadena de actores que intervienen y sus formas de articulación; determinar las formas de devolución de los actores educativos y los principales cuellos de botellas que deben superarse, para aprovechar mucho mejor sus resultados.
Estos aspectos resultan fundamentales para superar, en el corto plazo, los rezagos de aprendizaje asociados al apagón educativo descrito en la edición anterior de este informe, y garantizar un acceso equitativo a la educación.
La presentación oficial del Noveno Informe Estado de la Educación, se encuentra programada para finales de agosto del 2023, por lo que las personas interesadas, podrán acceder y consultar este capítulo específico y todo el Informe en el sitio web del PEN.
